En el paseo marítimo se encuentra un bello conjunto de casas típicas de la arquitectura neovasca reconocibles por sus fachadas blancas y entramados coloridos, constituyen una obra maestra arquitectónica del principio del siglo XX. Construida en honor a los marineros hendayeses, la capilla Santa-Ana bien merece una visita.
Seguimos el paseo, hasta llegar a la iglesia San Vicente. Construida en 1598, tiene todos los atributos de las iglesias de Lapurdi (fachada blanca, interior de madera). Cerca de allí se encuentra el frontón Gaztelu Zahar, donde se juntan los pelotaris desde 1899. Por fin llegamos al puerto de Caneta bordeado por el río Bidasoa. Integra restos de las murallas de Vauban y 3 cañones.
El Castillo Abbadia es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad e incluso del País Vasco. Construido sobre los escarpados acantilados de Hendaya entre 1864 y 1884 esta obra de arte arquitectónica, neogótica y orientalista, cumple el sueño de Antoine d’Abbadie (1810-1897). Científico y explorador extraordinario, activista vasco, también estableció un observatorio astronómico que funcionó durante casi un siglo.
Visite Asporotsttipi, la Casa de la Cornisa Vasca, este sitio protegido es un Espacio Natural Sensible, propiedad del Conservatorio del Litoral. Este precioso paraje natural de 66 hectáreas es el testigo privilegiado de la historia geológica de la costa vasca desde hace 80 millones de años. Los accidentados acantilados combinan con una espectacular flora y fauna.
Hondarraitz, más de tres kilómetros de playa, constituye un estupendo espacio de juego para los niños y los adultos. Su largo trecho de arena fina es ideal para practicar un sinfín de actividades al aire libre.
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